Leyendas (V): Herman "Helicopter" Knowings

Leyendas (V): Herman "Helicopter" Knowings
A quién no le suena la leyenda que dice que a Herman 'Helicopter' Knowings le cronometraron tres segundos... en pleno salto! Para muchos es sólo un clásico de la mito del underground. Pero lo cierto es que esta presente en los diarios de la época.


El cuarto del trio del asfalto
Herman Knowings aparece en todas y cada una de las reseñas sobre leyendas históricas del Playground. Pero más allá de aparecer al lado de los Manigault, Hammond y Kirkland (ver ediciones antiguas de leyendas), apenas se cuenta algo más de él. Se le suele nombrar con una escena que viene a decir: 'Una vez le señalaron tres segundos mientras estaba en el aire'. Y todo dicho. En realidad, hay una explicación para todo esto. Knowings no estuvo nunca afectado por ningún tipo de secretismo como ocuriera con tantos otros, sino por el hecho de ser un "tapado". Compartir batallas con los tres reyes que ha dado el asfalto neoyorquino y carecer de una técnica le rebajaría para siempre su figura.

En aquel entonces era difícil brillar por el juego sucio y defensivo como Richie 'The Animal' Adams años después, y es ahí y sólo ahí donde verdaderamente encaja Herman Knowings. Un armario humano de 1.93. Una especie natural de Ben Wallace: musculoso como nadie, su poca cabeza le hacía saltar constantemente a todos los balones, a todos los tiros, a todos los rebotes, a toda acción en juego. Él, simplemente, no sabía jugar en el suelo. De ahí que su sobrenombre, uno de los más recordados y a juicio de un sondeo de ESPN, uno de los veinte mejores que haya dado el baloncesto americano, fuera 'The Helicopter'.

Mucha de la gloria apuntada al legendario trío fue posible gracias a la presencia y trabajo atrás de Herman Knowings, un buen tipo nacido en y para la calle el 11 de junio del 42 a quien compañeros y amigos llegaron a adorar como un talismán. En la jungla nunca estuvo de más hacerse amigo del más fuerte y así Knowings, como Scoop Jackson recuerda, “became the most famous player in Harlem not named Manigault. Tan fiel compañero era que igualmente compartió con aquellos tres cada una de sus miserias: él no traficaba pero sí consumía, y cabe señalar que en un físico portentoso cabía el doble.

3 segundos muy largos

Volviendo a los 3 segundos, la más celebrada en su biografía deportiva, ¿Como es posible cuando las más asombrosas suspensiones oficialmente registradas, las de Dominique Wilkins, alcanzaron como mucho 1.7 segundos? Parece imposible lograrlo sin algún tipo de "truco". Y para decepción de muchos, la excesiva prisa del árbitro por señalar algo seguramente falso pudo serlo. Toda leyenda se agranda al pasar de boca en boca pero, en ningún caso se miente y, los “Tres Segundos de Knowings”, efectivamente, se produjeron. En el diario Rocky Mountain News, Clay Latimer recogía así lo ocurrido: "He went for a ball fake in the lane, and as the opponent waited for him to return to the asphalt, Herman treaded air, witnessed swear, until the referee whistled the opponent for a 3-second violation". Y casi en los mismos términos coincidía otro cronista, Eddie Oliver, en HoopsUsa. El árbitro entendió que cuando Knowings capturó la bola en línea de fondo llevaba demasiado tiempo allí, lo que unido después a una suspensión seguramente brutal terminó de provocar la anécdota, en todo caso, legendaria.

El Manigault de los tapones
Sea lo que fuese, no hay que olvidar que lo más asombroso en 'The Helicopter' no era su salto ni el gran número de ocasiones donde no parecía importarle cómo, cuándo o sobre quién caer sino que, cada vez que Knowings saltaba lo hacía a lo bestia.

Eddie Oliver añadía otro episodio de Rucker con Knowings como protagonista, enfrentado esta vez a un equipo de profesionales liderados por Willis Reed. Scoop Jackson incluía la misma historia en su reseña del especial de SLAM en boca de otro testigo que lo sufrio en sus carnes, Bob McCullough, compañero de Reed y rival de Knowings aquella tarde. "I'm not going to mention names, but there was one play where the Rucker Pros brought the ball down, and Copter blocked a shot. Whap! The guy passed the ball to a team-mate, who tried to shoot. Whap! Blocked again. The next guy passed the ball to a third Pro. Whap! Get the picture". Knowings consiguió tres taponazos seguidos sobre tres profesionales distintos en una misma jugada. En la NBA sólo Manute Bol alcanzó una proeza similar al taponar cinco veces un mismo ataque de Orlando.

Si hay que resaltar dos acciones que hacían rugir Nueva York son el mate y el tapón. Era tal el número de tapones y su relevancia en el juego de los "asphalt gods" que la propia NBA decidió incorporarlos a su estadística en 1973. Y si Manigault, por aquel entonces, pudo ser el más grande matador, Knowings deslumbraría como el más salvaje taponador.
Una tarde, H.K. formaba pareja con Dave Bing para enfrentarse en un dos para dos contra Lenny Wilkens y Wilt Chamberlain. El duelo se disputaba a 15 canastas y se llegó al término con empate a 14. Con la bola en su poder, Lenny y Wilt salieron al perímetro para rifarse un simple "pick&roll'. Wilt quedó libre y recibió el balón adentro para el mate. Pero tan fácil lo debió de ver que, sin fintar, llevó el balón arriba en el preciso instante en que Knowings, en pleno vuelo, se comía literalmente el aro con sus dos manos. Y como ahí era donde la fuerza bruta del Helicóptero alcanzaba su punto álgido, consiguió arrebatar salvajemente el balón a Chamberlain con las dos manos. Bing anotaría en la siguiente jugada (por aquel entonces el unísono grito de 'bing' era sinónimo de canasta como años después lo sería el de 'magic' en los barrios de Michigan).

La mayoría de las fuentes apuntan a que Knowings llegó a mantener con la droga ese tipo de adicción donde la vida cotidiana no parece quedar afectada, como quien come cuatro o cinco veces al día. Es difícil pensar otra cosa cuando se convierte en el más íntimo amigo de uno. Entrados los setenta, Hammond y Kirkland controlaban el monopolio de todo aquel sector urbano y Manigault se deshacía en su profunda adicción. Nada confirma que Knowings fuera camello pero superada la treintena consiguió honradamente lo que otros ni hubiesen soñado: reunió el dinero suficiente para crear su propia empresa de alquiler de vehículos. Nunca dejó de jugar porque la droga parecía no hacer mella en su cuerpo (alterno varios años con los Globetrotters) pero si en su cabeza. Todo parecía ir sobre ruedas cuando aquel fatídico sábado noche (el 12 de abril de 1980), su coche se empotro contra otro que, según fuentes policiales, dio primero. Herman Knowings, el superhombre, falleció en el acto, y como no podía ser de otro modo, en un accidente, el 'Helicóptero' aterrizó a la temprana edad de 37 años.

Un periodista preguntó una vez a Knowings cuál era la razón por la que siempre estaba saltando, y él, con la misma ingenuidad de siempre, respondió: "Well, it's fun to fly".

Fuente: ACB.com
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